La avellana negreta es por su sabor una de las más utilizadas para el tueste. De esta forma se obtiene un snack sabroso, nutritivo y con todos los matices de este fruto seco nacional de calibre 12. Estas avellanas son utilizadas de manera frecuente en repostería para la elaboración de dulces, chocolates o helados, aunque en su variedad tostada se recomienda su consumo como aperitivo. Gracias a sus propiedades, incluir unas 15-20 avellanas diarias a la dieta nos aporta multitud de nutrientes, vitaminas y minerales con unas cantidades mínimas de azúcares vacíos.
Estas avellanas tienen la capacidad de reducir el colesterol malo y aumentar el bueno debido a su alta concentración de ácidos grasos monoinsaturados, muy similares al aceite de oliva. Estas grasas vegetales también controlan la presión arterial, al igual que el potasio, también presente de manera generosa, cuyas propiedades vasodilatadoras son un seguro de vida para proteger el corazón y todo el sistema cardiovascular. De esta forma se reduce el riesgo de sufrir enfermedades como hipertensión, anginas de pecho o infartos.
Entre sus nutrientes destacan las proteínas de origen vegetal, que ayudan a ganar y a mantener la musculatura y a fortalecer los tejidos y las paredes del corazón. Sus hidratos de carbono son complejos, bajos en azúcares, por lo que evita la aparición de picos de glucosa. Gracias a ello pueden ser consumidas por las personas diabéticas. Las avellanas también son fuente de fibra, por lo que ayudan a regular el tránsito intestinal.
Al igual que las almendras, la avellana negreta tostada es una importante fuente natural de vitamina E, un antioxidante que ataca los radicales libres y el envejecimiento celular. Minerales como el fósforo y el calcio mantienen fuertes los huesos y los dientes, mientras que el magnesio se asocia con una mayor actividad cerebral. Además, es un potente relajante para poner fin al estrés y la depresión. El hierro o el zinc son otros de los minerales presentes en su composición.
Ingredientes: Avellana
Origen: España
Puede contener sésamo, sulfitos, cacahuetes y otros frutos de cáscara.
Conservar en lugar fresco y seco, entre 4 y 8 grados recomendados.